Este tipo de alimentación tiene muchos aspectos beneficiosos para la salud, y la adquisición de hábitos alimentarios.

La dieta vegetariana proporciona valores bajos de grasa saturada, colesterol y proteína animal; y valores elevados de hidratos de carbono, fibra, magnesio, potasio, antioxidantes como las vitaminas C, E y productos fitoquímicos. Además diversos estudios epidemiológicos han demostrado que los adultos vegetarianos presentan una menor incidencia de ciertas enfermedades habituales en el mundo occidental, como la enfermedad cardiovascular, hipertensión, la obesidad, la diabetes tipo 2 o ciertos tipos de cáncer.

Dentro de la práctica vegetariana hay distintos tipos y grados.